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martes, 22 de junio de 2010

Consumo en tiempos de crisis


Por Glafira Osorio Clark (*)

México no ha logrado fortalecer el consumo interno de bienes y servicios, ya que en tiempos de crisis, prevalece la idea de que hay que gastar menos para que el dinero rinda más.

La austeridad es una medida emergente que si dura poco tiempo, puede ayudar a aliviar una economía dañada. Cuando el consumo sin embargo, se restringe de manera duradera, los resultados son un consumo inhibidor de las finanzas productivas.

A causa de las pocas expectativas de recuperación que prevalecen en México, los bienes y servicios se han congelado de manera estática y es imposible que la reactivación de la economía se logre sin que haya de por medio actividad en los sectores productivos.

Según datos aportados por el INEGI, el consumo en México apenas creció un 2 por ciento, mientras que los productos importados contaron con la preferencia de los connacionales, en un 25 por ciento.

Gracias a la burocracia administrativa y al régimen fiscal paradisíaco en el que viven las economías asiáticas por ejemplo, los productos domésticos se queda en las estanterías por dos razones básicas: no pueden competir en precio con las importaciones chinas, y no son importantes frente a la necesidad del ahorro obligado.

El ahorro es una buena estrategia cuando no ahoga a los sectores productivos. Cuando a la productividad y a la demanda se antepone una crisis auto infligida, quien pierde no es la capacidad económica de una familia, sino el empuje que necesita una nación para hacer frente a sus problemas, con la capacidad de respuesta de su propia sociedad.

Es claro que ante la inapetencia de un gobierno federal, toca a la sociedad civil tomar en sus manos la recuperación financiera.

Lejos del vacío operacional, de las nulas propuestas gubernamentales, y de un camino coyuntural que permita vislumbrar la recuperación, a los sectores productivos les toca la responsabilidad de ahuyentar el fantasma de la crisis actual, ya que cuando el ahorro se transforma en desertificación, lo único que se obtiene es un círculo cerrado en donde no hay salida positiva: pierden los productores, pierde la economía y pierde la mesa de las familias mexicanas.

sábado, 19 de junio de 2010

Nuestros nudos


Por Romeo Ruiz Mandujano


Cuenta la leyenda que a mediados del siglo VIII a.c; Gordias, Rey de Frigia ató la lanza de su carro con un complicado nudo de desatar, el oráculo predijo que quien lo desatara se convertiría en el nuevo Rey de Asia; lo que provoco que muchos guerreros de la época lo intentaran, pero a pesar de los esfuerzos todo era en vano.

Y fue hasta que un hombre, guerrero, más fuerte que hábil, deseoso de conquistar el imperio, llamado Alejandro Magno, segó el nudo con su espada, lo cortó, no pudo desatarlo, resolviendo de esta forma el enigma y afirmando así sus pretensiones de dominio universal.

Alejandro Magno conquisto de esta forma Asia, sin embargo enseguida la perdió; ya que aquel nudo se reconstruyo nuevamente sin cesar. Y a partir de ahí bautizado como el nudo gordiano, no tiene comienzo ni fin; es un nudo según la mitología, que se relaciona con el dios del rayo y del trueno.

La espada de Alejandro simbolizo una fuerza, que quizá con creatividad hubiese desatado, pero como no hubo esa imaginación creadora, se convirtió en un acto de violencia, el lazo se reanudo, Alejandro perdió el imperio y el nudo se volvió a formar.

En estos días tan lejanos a la leyenda sería imposible corregir la espada; no obstante, hoy con más claridad, podemos condenar la manera soberbia en que Alejandro Magno, se las arregló para buscar el poder y coronarse con una rápida pero absurda solución.

Alejandro Magno estableció según la mitología; un peligroso precedente y estimuló una especie de delincuencia que no se ha extinguido todavía; el presente nos afirma y confirma el hechizo;, la lista de nuestros nudos desde ese siglo hasta el XXI; es innumerable e interminable; actos de violencia aunada a una desenfrenada guerra de drogas, una encarnizada y desenfrenada lucha del hombre por el hombre, victimas de victimas; todo esto sustentado en un sistema judicial ineficiente, en donde no hay por donde tomarlo y empezar a reformarlo.

Existe en muchos mexicanos la sensación que hay gente empeñada en estos temas en hacer más nudos y enredar mas la cosas, un sistema legislativo inexistente, legisladores que en eso de cambiar, progresar, abrir nuevos caminos y lanzar nuevas ideas no es verdaderamente lo suyo, servidores públicos que descubrir lo oculto, denunciar lo corrupto los pone nerviosos, casi violentos, al igual que Alejandro Magno.

Los fantasmas del pasado; la dictadura que hubo en este país desde nuestra "independencia" sigue teniendo raíces; en la política, en lo social, en la economía y en muchos sectores de nuestra sociedad; aun seguimos viviendo lo que algún día algún ex presidente señalo como nomenclaturas del poder.

Hasta en el tema de la Religión resurge de sus cenizas y de la mano como otro nudo; un retroceso en el tiempo y en el espacio, el mensaje y lo valores de la iglesia para muchos se está convirtiendo en algo secundario y desconocido no solo para los creyentes sino para la humanidad, lo que fue el mensaje liberador, de paz, de concordia, de justicia, de esperanza lo han sustituido y sacudido de manera abrupta e impune sus leyes, su derecho canónico, sus dogmas, de aquellos que han ocultado sus debilidades en su propia sotana.

El mundo en constante vaivén; y México en particular; acudirá a mediados de julio de nuevo a las urnas en unas elecciones anticipadas, en medio de todo este y muchos mas escenarios; pero las deficiencias de lo electoral lo agravan; estamos frente a una crisis de valores de los Partidos Políticos; confundidos los electores por alianzas políticas inexplicables entre quienes en el pasado acusaban y en el presente condenaban; alianzas de lo inexplicable, el agua y el aceite.

La coalición de partidos es incapaz de cortar el nudo gordiano que encarna la ambición por el poder..

El ejemplo de Alejandro; se aplica con toda justicia tanto a las relaciones comunitarias y también interpersonales y llama a la reflexión de todos aquellos que pretenden salidas personalistas y muchas veces intemperantes que poco tiene que ver con buscar las soluciones conjuntas que pertenecen de hecho a cualquier comunidad que se pretende organizada y en la que todos sus integrantes obran de buena fe y con los mejores propósitos en busca de los logros que permitan su permanente y desarrollo.

"Jamás rompas todo aquello que puedas desatar"

jueves, 17 de junio de 2010

Dos diferentes temores


Por LAF Ignacio Ramírez Sánchez

La incertidumbre que se presenta en los mercados financieros tienen como origen dos diferentes temores: es evidente que lo que le preocupa al inversionista sobre la crisis Europea no es lo mismo que le inquieta sobre el desempeño económico de los Estados Unidos.


La crisis Europea ha desatado –en aquella región- una severa falta de confianza muy similar a lo ocurrido en en Wall Street en el 2008: no saben quien, que gobierno o empresa –sobre todo del sector financiero- tiene mas problemas, ni sus alcances en caso de caer en default de sus obligaciones; la desconfianza ha sido tal que ha comenzado entre las instituciones y los inversionistas un generalizado rechazo al euro, dejando de ser opción como moneda de refugio, y en consecuencia han dejado de financiar papeles de deuda de largo plazo emitidos en dicha moneda.


La rápida corrección del Euro es de todos conocida, al mismo tiempo y de manera un poco menos difundida, la deuda de varias de las emproblemadas naciones europeas han comenzado ha tener fuertes perdidas de valor: lo sufre Grecia -que esta al da de hoy pagando mucho mas que algún país en vías de desarrollo como el nuestro-, con rapidez se desplaza el costo de financiar al gobierno español y sus empresas, lo mismo ocurre con los pasivos de países como Portugal, Italia, Irlanda y hasta el mismo Inglaterra, poco a poco –pero en pocos meses- el riesgo país de estos se ha ido incrementando.


Por otro lado, en los Estados Unidos ya no es la falta de confianza en las instituciones lo que preocupa, sino la incertidumbre sobre el futuro del desempeño económico de su economía, poniendo en detenida observación por parte de los analistas cada indicador económico publicado prácticamente a diario.


Para nuestro vecino y socio comercial el mayor deseo es que realmente exista un autentico camino a la recuperación económica y su producto interno bruto regrese a la senda del fuerte crecimiento: tanto políticos como inversionistas anhelan que se abata el desempleo, que repunte el sector de la construcción de vivienda y espacios comerciales e industriales, que el consumidor reciba y utilice diferentes fuertes de financiamiento y amplíe su gasto… entre otros indicadores mas que desde el estallamiento de la crisis no han dado resultados realmente significativos.


La incertidumbre ha comenzado a encontrar algo de frustración a pesar de los grandes esfuerzos del gobierno americano por contrarrestar los efectos de la crisis financiera garantizándolo casi todo: en los últimos dos años el gobierno de dicho país incremento su deuda publica en tres trillones de dólares sin recibir –hasta ahora- un importante y alentador indicador de crecimiento económico de su producto interno bruto.


Estos tres trillones de dólares –en nuevos pasivos- son sin duda un referente del posible tamaño de la crisis que hubiera sufrido aquel país si el gobierno norteamericano no hubiera tomado las riendas de tan compleja situación y utilizado la chequera.


La desconfianza en Europa y la incertidumbre de la potencia mundial han mantenido en un alto stress a los mercados: el dólar se fortalece, los bonos del tesoro recuperan valor, al mismo tiempo lo hacen monedas de países que han conservado su prestigio dentro de esta revolución financiera: el Yen Japonés y el Franco suizo se apuntan –nuevamente- como refugios del inversionista conservador, y llamando este año otra vez la atención por sus rendimientos aparece el oro.


En el otro lado de esta historia, el euro cae, lo hace también la deuda de países europeos que hasta ahora se detectan con serios problemas fiscales y financieros, también la valuación de muchas acciones e índices de diferentes países del mundo que hasta esta (ya casi) mitad de año navegan con resultados desde magros hasta muy negativos.


Nuestro país no deja de ser un muy pequeño participante económico de este revuelto escenario global y necesitado de originalidad -ante este complejo momento- se encuentra enfrascado en una guerra que día con día aumenta el numero de victimas y dudas sobre la misma.


Por mas sanos números macro económicos que alguna institución federal nos presuma a ningún inversionista le gustan las guerras, los asesinatos masivos y las dudas sobre la gobernabilidad del país, que es hoy por hoy la principal inhibidor de la inversión en nuestro país.


Mucha desconfianza en Europa, incertidumbre en Norteamérica y México en guerra: razones para estar atentos y precavidos al desenvolvimiento de los mercados en el corto plazo, porque juntos estos temores pueden ocasionar fuertes correcciones al mercado.

miércoles, 16 de junio de 2010

El instrumento de la transformación


Por Glafira Osorio Clark (*)


Para los países desarrollados, sólo hay un instrumento de posible transformación social: La educación. En los países subdesarrollados, sin embargo, esa visión objetiva se transforma en tabú y en dislocaciones ideológicas.

Todavía creemos que es con el esquema tributario, con el productivo y con el maquilador, como pueden estructurarse cambios positivos para los cambios en diversas comunidades.

México es uno de los países de la región, que más presupuesto destinan a la educación. Los resultados sin embargo, siguen siendo magros.


Hay comunidades rurales que tienen por maestros a jóvenes locales de tan sólo 12 o 13 años de edad. El Estado solidario se ha olvidado de ellos desde hace mucho tiempo.

Existen rezagos graves, como comunidades sin conectividad, por lo que su educación sigue operando en los márgenes de los años cincuenta.

Existen otros poblados en donde en un mismo salón, se imparten clases para el primero, para el tercero y para el sexo grado de primaria, y por supuesto, no hay escuela secundaria.

El sistema educativo actual premia la acumulación de información por encima de las facultades creativas de los individuos, porque en un régimen totalitario disfrazado de amplia democracia, es más sencillo contar con ciudadanos que repitan datos, en lugar de aquellos que son capaces de analizar críticamente una situación, y proponer escenarios creativos para una mayor productividad.

Individuos de esta clase son operativos en países con gran demanda de creatividad y por ende de productividad, pero no en un sistema anclado en los vicios y obstáculos de la honrosa medianía.

La educación de los países desarrollados fomenta el espíritu crítico en sus habitantes y la equidad por sobre todo, pero en nuestro país el sistema conductista es el marco teórico operacional de la mayor parte de los colegios auque su propaganda ofrezca prácticas constructivistas.

Mientras que en México las comunidades marginadas reciben mala educación y apenas rozando al nivel básico, en los países europeos con mayor crecimiento, la economía familiar no es un obstáculo, pues aún el ciudadano más pobre tiene derecho a educación pública de la mejor calidad, y está en las mejores condiciones de ser formado por su gobierno para luego servir a su comunidad.

Habrá que empezar sin duda, con el rubro de la equidad, con la profesionalización magisterial, y sobre todo, con una nueva visión sobre la importancia de la educación extramuros, aquella que por ser no formal e informal, no deja de incidir sobre la formación de los individuos.


Analista (*)

viernes, 11 de junio de 2010

¿Se pueden hacer negocios hoy en día?


Por Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña (*)

La respuesta parece obvia. Sí, hoy en día claro que se pueden hacer negocios, pero si analizamos un poco más en profundidad la cuestión, veremos que no. No de una manera tan sencilla como se debería de poder hacer.
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En el momento en el que los datos del paro alcanzan proporciones históricas, y es la principal preocupación de millones de familias en todo el mundo, el fomento de las oportunidades de negocio y la actitud emprendedora deberían ser la base fundamental sobre la que cimentar la recuperación económica para que ésta sea estable y sostenible.

El Índice Doing Business, dependiente del Banco Mundial, mide detalladamente desde hace años el grado de facilidad para hacer negocios en 183 países. En este informe los datos de España, mi país, no son nada halagüeños, ni por la evolución del país, ni por su posición actual respecto a países de nuestro entorno. Y sucede parecido en muchos países Latinoamericanos.

A nivel global, España se clasifica en el número 62 en facilidad para hacer negocio en 2010, habiendo perdido 11 posiciones respecto a la edición anterior (en la que ya teníamos una clasificación más que discreta), muy lejos de la posición que le correspondería, siendo nuestro país una de las principales economías del mundo.

Esto quiere decir que para los analistas del Banco Mundial es preferible durante 2010 emprender un negocio en países desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido, o Japón. Hasta aquí nada reseñable, pero también otros países como Corea, Suráfrica, Chipre, Tonga o Mongolia están por delante en la clasificación de la facilidad para emprender y hacer negocio.

Este índice de comparación mide la facilidad para empezar a emprender, para contratar, la facilidad a la hora de afrontar los trámites administrativos, registrar propiedades, obtener créditos, pago de impuestos o índice de protección y cumplimiento de contratos.

Uno de los principales frenos a la actividad económica suelen ser las pesadas trabas burocráticas que tienen los emprendedores para poder poner en marcha cualquier iniciativa. En un escenario en el que se intenta desde la administración incentivar que surjan proyectos innovadores y fomentar la aparición de emprendedores que generen empleo.

Es absurdo que luego ese esfuerzo público en fomentar la figura del emprendedor caiga en saco roto ante las enormes trabas burocráticas que limitan la actividad económica y empresarial y que lastran a muchos sectores no sólo en la generación de demanda interna, sino también en la competitividad para la instalación de empresas extranjeras, que cada vez elijen otros mercados emergentes como pueden ser Irlanda, Rumania o Polonia.

No es de recibo que, por ejemplo en España, los trámites para abrir una empresa nos lleven a una media de 10 procedimientos administrativos y 47 días de media, mientras que en los países de la OCDE la media se encuentra en 5 procesos y 13 días. Seguimos en los tiempos del “vuelva usted mañana”.

Es el momento de exigir que se agilicen y faciliten todos estos procesos, el gobierno y las comunidades autónomas tienen una asignatura pendiente y, aunque todos los años se anuncian medidas para simplificar los trámites administrativos en la apertura de empresas, aún estamos años luz de los países más avanzados, de hecho, estamos en el furgón de cola por detrás de casi todos los países de nuestro entorno.

(*) CEO Ocio Networks

México: buen comprador y mal vendedor


Por Alejandro Gómez Tamez (*)

Para desgracia de la economía nacional y su planta productiva, el gobierno federal ha tomado una de las decisiones de política industrial (si es que hay política industrial) más torpe del sexenio: cerrar siete oficinas comerciales de ProMéxico en el extranjero.

La “razón” para cerrar estas oficinas es la reducción presupuestal de que fue objeto ProMéxico en 2010 y la baja productividad que presentaron las consejerías comerciales de esa institución gubernamental en el extranjero.

Así, después de evaluar la productividad de las 36 oficinas de representación en el exterior que operaron en 2009, se decidió clausurar las de Hong Kong y Shanghai (China), Atlanta y San Francisco (EU), Argentina, Suiza y Rusia, por lo que ahora sólo quedan 29.

Esto es absurdo, ya que la realidad es que si un negocio tiene su representante de ventas en el extranjero que no está funcionando, pues no cierras el negocio, lo que haces es cambiar al representante.

Eso es lo que debió haber hecho ProMéxico con las oficinas que no funcionan, no cerrarlas, sino poner funcionarios que si sepan hacer su trabajo: encontrar mercados para los productos nacionales.

Y que no nos vayan a decir los funcionarios de ProMéxico que no pueden encontrar personal calificado que administre estas oficinas de representación, ya que en la iniciativa privada hay muchas personas de reconocida trayectoria capaces de hacer ese trabajo.

El cierre de oficinas de representación comercial también es culpa de la Cámara de Diputados (instancia responsable de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación), la cual disminuyó el presupuesto de ProMéxico de mil 72 millones de pesos en 2009 a 758 millones de pesos en 2010.

Es decir, una baja de 30 por ciento a la principal instancia gubernamental promotora de las exportaciones. ¿En qué estaban pensando los diputados cuando aprobaron esto? ¿No se dan cuenta de que ante la debilidad del mercado interno lo que sacará a México adelante son las exportaciones?

¿Qué acaso los diputados piensan como los funcionarios de la Secretaría de Economía considerando que el único sector exportador que debe funcionar bien es el automotriz? La verdad es que deja mucho que desear esta actuación de los diputados que no apuestan al sector externo.

También resulta sumamente negativo que la decisión de disminuir el presupuesto de ProMéxico ocasionó la cancelación de proyectos, tales como abrir una oficina en Sidney, Australia.

Además de que se tuvo que recortar el número de trabajadores de esas instancias, ya que en promedio cada consejería era atendida por entre siete y diez personas, y ahora sólo lo hacen de cuatro a cinco, es decir que se despidió a 60 empleados y actualmente hay 120 en las representaciones de ProMéxico.

Es decir, hay solamente 120 empleados federales promoviendo los productos mexicanos en el extranjero.

¿Y cuántos asesores hay en la nómina de las secretarías de estado a nivel federal? Nada más los puros asesores del Secretario de Hacienda suman muchos más que 120. ¿Entonces cual es la lógica de estas decisiones? ¿Permitir que la burocracia federal improductiva crezca y crezca, pero a la que sirve a los intereses de las empresas exportadoras, a esa hay que eliminarla? Mal, mal y mal por los diputados y por el gobierno federal que permitió que aniquilaran actividades importantes de ProMéxico.

Hemos señalado en editoriales pasados que en la medida en que se le ponen trabas a la exportación se dificulta la creación de empleos.

Así que el recorte al presupuesto de ProMéxico contribuye a que el Presidente del Empleo se vea mal porque sus metas de creación de puestos de trabajo no se van a cumplir si nos atenemos únicamente al mercado interno, ya que el actual crecimiento económico beneficia principalmente a las grandes empresas.

La realidad es que la recuperación económica nacional, plasmada en un crecimiento de 4.3 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) durante el primer trimestre de 2010, no se ha traducido en una mejoría para la gran mayoría de las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Esto lo confirma Miguel Marón Manzur, subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía.

El pasado 7 de junio el funcionario reconoció el grave problema de este sector de la economía. Dijo que la crisis de 2009 no sólo ocasionó la mortandad de decenas de empresas y el debilitamiento de otro tanto, sino que también frenó a las que estaban a punto de escalar de un segmento a otro, por ejemplo de micro a pequeñas y de éstas a medianas.

¿Y qué tal esta joyita?: Marón Manzur reconoció en entrevista con El Financiero que “la mejoría que presentan las variables macroeconómicas aún no la palpan muchas empresas, sobre todo las que sólo están dedicas al mercado doméstico”.

¿Entonces es correcto cerrar las oficinas comerciales que nos ayudan a consolidar ventas en el extranjero? Pues si no funcionaban, mejor hubieran despedido al personal que no hacía bien su trabajo en estas oficinas y hubieran puesto a gente capaz. No, recortarles su presupuesto.

Pareciera que las autoridades federales (incluidos los miembros del Congreso) no alcanzan a entender que a México no le es suficiente el crear 63 mil empleos por mes, tal como sucedió en el mes de mayo de este año. Si este es el ritmo de creación de empleos, pues entonces en un año se crearían unos 750 mil empleos.

Se supone que nuestro país debería estar creando unos 2 millones de empleos formales por año para así dar entrada a las personas que cada año se integran a la población económicamente activa y poder abatir el déficit de empleos que se tiene (lograr que haya menos incidencia de la economía informal).

Entonces, no podemos seguir apostando en exclusiva al mercado interno o a sectores que hacen que nuestra balanza comercial se vea bien, tales como el automotriz. Se deben apoyar a todos los sectores económicos para que incursionen en el mercado externo.

Sobre todo, se debe apoyar a las pequeñas y medianas empresas a través de oficinas que les ayuden a encontrar mercados, mediante un tipo de cambio competitivo y por medio de incentivos a la exportación como los que el gobierno chino o brasileño otorgan a sus productores nacionales.

Lamentablemente el resultado de las políticas implementadas por el gobierno federal y los legisladores ha mermado la presencia de México en los mercados internacionales.

El pasado 5 de junio, la subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía (SE), Beatriz Leycegui reconoció que la participación de México en el comercio mundial pasó de 2.7 a 2.1 por ciento en los últimos ocho años y sólo ocho estados de la República concentran más de 75 por ciento de las exportaciones mexicanas.

¿Necesitamos decir más para evidenciar que vamos por el camino equivocado? Ante esto no queda más que preguntarse una vez más ¿Por qué se decidió recortar el presupuesto de dependencias como ProMéxico?

Ojala y el gobierno federal y el Congreso decidan enmendar el rumbo y ahora sí apoyen decididamente los esfuerzos por aumentar el comercio exterior nacional. Es un error que se puede enmendar, ya que falta poco para que se presente el paquete fiscal del 2011.

Esperamos que en este paquete veamos fuertes apoyos a las pequeñas y medianas empresas exportadoras, así como a las dependencias de gobierno que apoyan la incursión de estas empresas en los mercados extranjeros.

(*) Director General GAEAP